Los inmigrantes, tanto documentados como indocumentados, constituyen una cantidad elevada de los trabajos de cuidado que son esenciales para nuestra sociedad y, sin embargo, siguen estando muy mal pagados. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el 42 por ciento de los asistentes de salud en el hogar y el 27 por ciento de los asistentes de cuidado personal nacieron en el extranjero. Si bien los datos concretos sobre su estado migratorio siguen siendo escasos, un estudio de 2020 estima que los trabajadores indocumentados representan el 6.9 por ciento de los asistentes de salud en el hogar y el 4.4 por ciento de los asistentes de cuidado personal.
Las mujeres constituyen la gran mayoría de estos trabajos de cuidado, incluido el 87.2 por ciento de los asistentes de salud en el hogar y el 79.8 por ciento de los asistentes de cuidado personal, a pesar de comprender solo el 46.9 por ciento de la fuerza laboral total de EE.UU. El salario promedio anual de estas ocupaciones se situó en sólo 33.530 dólares en 2023, muy por debajo de la media general de Estados Unidos de 48,060 dólares.
Para incentivar a los trabajadores a denunciar violaciones laborales, el Departamento de Trabajo no pregunta a las víctimas de robo de salarios sobre su estado migratorio. Sin embargo, un análisis de las industrias con mayores porcentajes de trabajadores nacidos en el extranjero muestra un claro patrón de explotación de los inmigrantes. Esas industrias incluyen restaurantes, hoteles y jardineros y mantenimiento de edificios.
Los trabajadores indocumentados son particularmente vulnerables al robo de salarios, ya que a menudo son los menos propensos a denunciar violaciones debido al temor a represalias, pérdida de empleo o exposición de su estado migratorio. Muchos también sufren abusos en el lugar de trabajo que no se denuncian, incluidas las amenazas de deportación y el maltrato verbal o físico por parte de los empleadores. Estas formas ocultas de explotación permiten a los empleadores ejercer control sobre los trabajadores vulnerables, profundizando las desigualdades económicas. Al explotar el miedo y la inseguridad, los empleadores roban los salarios con pocas consecuencias, lo que en última instancia aumenta las ganancias de las corporaciones y sus ricos propietarios de negocios.
Hemos representado a trabajadores en las industrias de restaurantes, hoteles, construcción y jardineria, y hemos recuperado más de $30 millones para ellos. Si cree que es víctima de robo de salario o tiene preguntas sobre sus derechos como trabajador, comuníquese con los abogados de Pechman Law Group al 646-917-6828.
